Aunque resido en la costera ciudad de Barahona, en el suroeste dominicano, soy oriundo de la norteña Santiago de los Caballeros. Soy el segundo de seis hermanos; soy casado y tengo tres hijos: dos varones y una hembra. Por largos años he militado en la iglesia evangélica.
En mi juventud escribía versos o poesías románticas, de hecho, en este sentido me considero ser una "especie en vía de extinción". Los románticos/as hoy son muy escasos/as.